Una vez hecho el diagnóstico, es fundamental actuar rápidamente para obtener buenos resultados. La mayoría de las enfermedades del oído se pueden curar con un tratamiento farmacológico o quirúrgico y, en muchos casos, se revierte la tendencia y se recupera audición. Además, cuando la pérdida es irreversible, la rehabilitación permite que las personas afectadas no sufran consecuencias adversas. En la actualidad disponemos de diversas opciones eficaces.
Las tecnologías auditivas, como los audífonos y los implantes cocleares, si se acompañan de servicios de apoyo y de una terapia de rehabilitación adecuados, son eficaces y rentables y pueden ser ventajosas tanto para los niños como para los adultos.
Asimismo, el informe indica que la lengua de signos y otros métodos de sustitución sensorial, como la lectura labiofacial, también son opciones útiles para muchas personas sordas; por otro lado, los servicios y las tecnologías de ayuda a la audición (como el subtitulado y la interpretación en lengua de signos) pueden ampliar aún más el acceso a la comunicación y la educación para las personas con pérdida auditiva.
La Dra. Bente Mikkelsen, Directora del Departamento de Enfermedades no Transmisibles de la OMS, explica: «Los países deben adoptar un enfoque integral centrado en las personas para que todas aquellas que los necesiten se puedan beneficiar equitativamente de los progresos y las soluciones de que disponemos. Es fundamental integrar estas intervenciones de asistencia a las personas con problemas otológicos y de audición en los planes nacionales de salud y que las prestemos en el seno de unos sistemas de salud reforzados, como parte de la cobertura sanitaria universal. Solo así satisfaremos las necesidades de las personas con pérdidas auditivas o que corren riesgo de presentarlas».

